Cómo habituar al perro a la jaula o transportín


Las jaulas son parte esencial en la vida de un perro; tanto para realizar un viaje, como para solucionar problemas de conducta o simplemente como zona de descanso y relax dentro de nuestra casa.

Por lo tanto, acostumbrarle a estar cómodo y seguro en su jaula es un pilar fundamental dentro de su educación.

Lo recomendable es empezar desde cachorro.  Si ya es adulto, tampoco es imposible. Sólo habrá que tener un poco más de paciencia.

Cómo habituar al perro a su jaula

Lo primero que debemos hacer es presentarle la jaula o transportín y que pueda explorarla por sí mismo. Por lo tanto, mantendremos la jaula siempre abierta. Le ayudaremos a explorar utilizando sus juguetes, con premios, utilizando una manta o cama, …. y colocándolos dentro de la jaula. Al principio los pondremos en la misma puerta y, poco a poco, iremos introduciéndolos hasta llegar al fondo de la misma a medida que se vaya habituando. Nunca hay que obligarle a entrar, será él quien marque los tiempos para sentirse seguro y relajado en la jaula.

Jaula metálica plegable para perros

Una vez entre y salga sin problemas, e incluso se quede dentro descansando, es cuando podemos empezar a cerrarle la puerta. Lo haremos gradualmente y siempre premiándole una vez abramos la jaula para que vaya asociando que, la jaula es un lugar positivo, su propia habitación. Comenzaremos con un par de minutos e iremos aumentando el tiempo de estancia poco a poco.

Nunca hay que castigar al perro mientras esté en la jaula ni utilizarla como castigo porque se haya portado mal o haya realizado algo que no debería ya que, asociaría la jaula con situaciones negativas y dejaría de ser su zona de confort y relax.

El tiempo de estancia dentro de la jaula no puede ser elevado. Un perro adulto debe estar cómo máximo 6 horas, mientras que los cachorros alrededor de 2-3 horas. Es importante tener en cuenta que los cachorros, además de no estar preparados, no aguantarán tanto tiempo sin hacer sus necesidades.

Tampoco hay que sacarle de la jaula inmediatamente si se pone a ladrar. Debemos esperar a que se calme y entonces sacarle. Si no es así, asociará el ladrido como llave de salida de la jaula.

Siguiendo estos simples pasos y con un poco de paciencia, evitaremos situaciones de estrés y ansiedad en nuestro perro cuando recibimos visitas en casa, en las horas de sueño y para emprender un viaje.

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