Existen diferencias notables, en cuanto a la solidez, de unas jaulas metálicas a otras en el mercado.
Adquirir la jaula que más se adecue a nuestras necesidades pasa por valorar cuidadosamente ciertas características de la misma antes de realizar la compra.
VARILLAS
El espesor y la distancia entre las varillas son elementos claves para garantizar la seguridad de nuestro perro.
Puede que la diferencia sea de milímetros, pero esto condiciona a que la jaula sea más o menos resistente, o que nuestro perro pueda meter el hocico o la pata entre las varillas y hacer más vulnerable su seguridad.
SOLDADURA
Otro punto a tener en cuenta es la calidad de las soldaduras.
Si las soldaduras son débiles, existe mayor probabilidad de rotura de varillas y que éstas actúen como cuchillas una vez que están sueltas.
ESTRUCTURA
El diseño estructural también es una característica importante a tener en cuenta a la hora de la compra de nuestra jaula metálica.
Además de aportar estabilidad y fortaleza, también proporciona resistencia y durabilidad.
LACADO
Por último, y no menos importante, el lacado de la jaula metálica.
El proceso del lacado ayuda a proteger la estructura de la jaula durante más tiempo, evitando la temible llegada del óxido.
Teniendo en cuenta estos elementos, podemos clasificar las jaulas metálicas en tres niveles de calidad: baja, media y alta.
Las jaulas metálicas Ibáñez son el resultado de años de experiencia, apostando por la calidad y seguridad en sus acabados.
Gracias a estos principios, tendrá la seguridad de adquirir una jaula fuerte y segura para su mascota, siempre teniendo en cuenta que las jaulas no son “búnkeres”.
Aun teniendo el mejor producto del mercado, es el propietario quien debe salvaguardar la seguridad de su perro supervisando el estado de su jaula con el paso del tiempo.