El cachorro hasta los 4 meses. Pautas de educación


La llegada del cachorro a su nuevo hogar es un momento muy bonito y esperado pero para el cachorro es un cambio muy brusco que, sumado a tantas nuevas emociones y estímulos, le harán sentirse inseguro. Hay que ponérselo fácil y ayudarle en el proceso de adaptación.

Cachorros de teckel jugando

AYUDARLE A ESTAR SOLO

Es de gran ayuda para él no sentirse solo bruscamente ya que todavía su instinto de búsqueda, de protección, es muy fuerte. Le ayudará a que no sea un problema a resolver si evita dejarle solo en los primeros días.

Cómo hacerlo en las primeras noches dependerá de dónde quiera acostumbrarlo a dormir. Si va a ser en su dormitorio, o en la sala de estar o salón, cocina.

En las primeras noches, ponga su camita donde quiera que vaya a dormir habitualmente y, solo durante los primeros días, duerma usted en la misma habitación, en el sofá o, aunque sea en un colchón, en la cocina… Si protesta por la noche, tenga paciencia, póngase unos tapones en los oídos y no le haga ni caso.

Pasados un par de días, vaya probando a dejarlo solo por la noche. También empiece hacerlo durante el día en pequeños intervalos de tiempo, haciendo salidas cortas para que se vaya acostumbrando.

EL CONTROL DE SUS ESFÍNTERES

Por naturaleza, el cachorro es limpio. La madre se ocupa de mantenerlo limpio desde que nace y, una vez la madre se desentiende, él tiende a hacer sus cosas lo más lejos posible de su cubil o cama.

Con dos meses todavía es pequeño para controlar sus esfínteres pero es la edad ideal para ayudarle a que se vaya acostumbrando a hacerlo fuera. Aproveche su instinto a hacerlo lejos y así habituarlo a hacerlo en la calle. La mejor manera de conseguirlo es sacándolo con frecuencia.

Cachorro de teckel. Control de esfínter

El cachorro hasta los cuatro meses aprende por habituación. No es una cuestión de inteligencia. Por tanto, no se trata de premiar ni de castigar sino de ponérselo fácil para que lo haga.
Puede resultar latoso y podrá requerir de parte importante de su tiempo pero, sabiendo cómo hacerlo, no hay cachorro que no lo supere antes de sus cuatro meses de edad. Eso sí, en este proceso es rigurosamente fundamental ser constante.

A partir de los cuatro meses, el cachorro ya debería estar habituado a hacer pipí y caca en la calle. Ya tiene capacidad para controlar los esfínteres durante horas.

Cuanto más tiempo esperemos para resolver este asunto, más difícil va a resultar para el cachorro y para nosotros ya que la inteligencia empieza a jugar un papel que le va a entorpecer en esta labor. Por eso, en un perro de más de cuatro meses o en un adulto con este asunto sin solucionar, sí que será necesario premiar cuando lo haga bien para hacerle entender que es correcto y a reñirle cuando “le pillemos” haciéndolo en casa para que entienda que eso está mal. No tiene sentido ninguno reñirle si ya lo hizo cuando no estábamos para evitarlo.

Horarios de comida

Son clave para ayudarnos en este tema.

El cachorro hasta los cuatro o cinco meses necesita comer tres veces al día. Esto le incita a beber más a menudo y a hacer sus necesidades un ratito después de cada comida. Necesita salidas cortas pero frecuentes al jardín, a la calle, a la terraza o donde queramos que se acostumbre a hacerlo.

Nada más comer, con la barriga llena, siente la necesidad de dormir. Para facilitar su relajación y descanso, es aconsejable colocar su cama confortable y su agua en un pequeño parque que delimite su sitio. Despertará tras unas horas de descanso. A veces, simplemente para beber un poco de agua y volverá a relajarse.

El consejo es que durante el día ubique el parque en la zona en la que usted pase la mayor parte del tiempo para que le resulte más cómodo vigilar al cachorro. Ha de estar pendiente porque nada más despierte de su siesta, tras tres o cuatro horas de descanso, lo primero que hará será pipí y caca. De esta manera, podemos anticiparnos antes de que se lo haga en el parque. Si el trayecto es corto, abra el parque y guíele hasta el sitio sin distracción. Si el trayecto es largo, cójale en brazos y llévele hasta el sitio para evitar que se le escape antes de tiempo. Esta es la manera ideal para que se vaya habituando a hacerlo en su sitio.

Una vez vuelvan a casa, estará suelto bajo control y con la puerta del parque abierta por si quiere ir a dormir a su sitio.

Lo más incómodo es durante la noche. La última salida se hará lo más tarde posible. Lleve el parque a su dormitorio.

Por la mañana hay que sacarlo nada más se despierte, en cuanto lo sienta protestar. Hay cachorritos increíblemente limpios que aguantan toda la noche pero esto no es lo habitual.

Los primeros días, el cachorrito puede protestar de madrugada. Si no se va a levantar a sacarle es probable que se le escape algún pipí y caca. No le riña. Lo primero, solucione su salida y, una vez resuelta, ya puede limpiar lo que hizo en las horas de su profundo sueño. Aunque lo ideal es evitarlo.

A los cuatro meses ya tiene edad para aguantar toda la noche.

La utilización del parque tiene otros beneficios añadidos. Sin darnos cuenta y sin que a él le suponga un esfuerzo, el hecho de pasar ratitos en el parque le ayuda a superar la etapa de relajación sin preocuparse por la ausencia de su dueño. Esto es algo importante y muy positivo para su desarrollo emocional.

CÓMO EVITAR QUE LO MUERDA TODO

El cachorro, con los dientes de leche afilados, siente gran necesidad de morder y de descubrir todos los sabores y texturas. Hemos de tener en cuenta que hasta hace nada tiraba de las orejas y de los rabos de sus hermanos de camada.

En los perros de casa, sin posibilidad de descargar ese instinto en palos, piñas y otros objetos de la naturaleza, los juguetes adecuados a su boca son una herramienta imprescindible.

Cachorro de teckel. Pautas de educación

La habituación al parque o jaula también es de gran ayuda en esta labor, ya que se trata del lugar perfecto para garantizar la seguridad de los muebles en los ratos en los que ha de quedar solo, sin nuestra supervisión. Le recuerdo que de nada sirve reñirle si no es pillado en el momento de la acción.

No se trata de abusar del parque para olvidarnos de él. Solo mientras nos ausentamos o en las circunstancias en las que no podamos vigilarlo.

Al llegar a casa, lo primero será sacarle a la calle para que haga sus necesidades fuera.
Al volver ya podrá quedar suelto por la casa siempre que pueda echarle un ojo.
Si el cachorro va a morder el mueble o su pantalón…distraiga su atención con su juguete.

Jugar un ratito con él le va a divertir y le va a servir para relajarse con mayor facilidad tras el juego. Al hacerlo de esta manera, va a evitar que muerda lo que no debe fácilmente y sin broncas. Es decir, que le vamos enseñando a descargar la tensión en el juguete y no en los muebles. Se aconseja que sea un juguete de trapo, piel o cuerda que no resulte demasiado duro para su boca de cachorro. No es necesario proteger los muebles. Se trata de enseñarle a que no lo haga. Pero no esta de más retirar alfombras para evitar riesgo de orinas.

Un error frecuente es tener la casa llena de juguetes por toda la casa. Es la mejor manera de conseguir que el cachorro se aburra de ellos y cuando queramos jugar con él y distraer su atención, él prefiera el pantalón o la pata de la silla.
Los juguetes han de estar guardados. Solamente cuando observe que el perro está inquieto y travieso, que es precisamente cuando acecha el momento de morder lo que no debe, le debe sorprender sacando sus juguetes favoritos y jugar con él durante el rato que sea necesario. Déjeselos un rato después pero, tan pronto se aburra y deje de hacerles caso, retírelos.

CONSEGUIR QUE ACUDA A LA LLAMADA

Un truco para enseñarle su nombre y a que venga con ilusión a la llamada es mediante el juego. Para ello resulta práctico disponer de dos juguetes.

Láncele uno varias veces y cuando se entretenga mordisqueándolo, llámele mostrándole el segundo juguete. Vendrá entusiasmado a por el nuevo.

En muy poco tiempo habrá conseguido que interiorice su llamada asociándola a diversión.

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Acerca de Begoña Ibáñez Fernández

Reconocida profesional del mundo del perro, con una experiencia de muchos años impartiendo cursos y seminarios. Autora de varios trabajos sobre la educación, la peluquería y cosmética de numerosas razas caninas y felinas.

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